Stress financiero de cascada de Ponce complica rechazo de las AFP a aumentos de capital
Informe encargado por controlador proyecta que ganancias de SQM podrían caer en cerca de US$ 200 millones.
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En un profundo análisis se encuentran por estos días las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Esto porque los inversionistas institucionales deben decidir si se suman a la petición de Habitat, que la semana pasada solicitó a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) suspender el proceso de registro de los aumentos de capital Oro Blanco y Norte Grande.
Sin embargo, el resto de las AFP no han seguido el mismo camino. Esto porque aún se encuentran realizando el análisis de los fundamentos no sólo legales, sino económicos de solicitar la suspensión. Y en este punto, es vital para ellas contar con el estudio realizado por el economista Erik Haindl, encargado por el controlador de las cascadas, el que ha sido solicitado en varias ocasiones, sin tener éxito en las gestiones.
El informe
Según conocedores del informe, éste hace un análisis a 2020 de los principales indicadores que podrían dificultar la situación financiera de las sociedades. Una de las conclusiones es que, si bien, tanto Pampa Calichera, como Oro Blanco y Norte Grande, podrían verse más ajustadas, el escenario se volvería especialmente complejo para Potasios y Nitratos.
El ejercicio se abocó a la proyección del flujo de caja, los flujos de pagos de deuda, y determinar de esta forma cuándo se pueden producir “vacíos”, los que podrían ser cubiertos con deuda o con aumentos de capital. “Esta última opción las deja en una mejor posición, porque pueden incluso prepagar deuda, y deja a las sociedades más sólidas en caso de necesitar financiamiento”, señala un ejecutivo.
Otro factor crucial que contempla el estudio es la probabilidad de que el cartel del potasio se reagrupe, ya que de esto depende en gran medida el futuro de las compañías. Así, considera que la experiencia internacional señala que este tipo de organizaciones, una vez que se ha desagrupado, demora un mínimo de tres años, como promedio, en volver a conformarse, por lo que se deduce que sin los incrementos propuestos, a lo menos el próximo trienio sería negativo para las sociedades cascada.
El problema más apremiante no vendría por el incumplimiento de los covenants financieros que exigen sus obligaciones -ya que esta posibilidad se da por descartada-, sino más bien por los balances, que quedarían en una situación “muy ajustada” para poder servir los créditos de la forma como están pactados. Por ello, sin aumentos de capital, habría que renegociar varios de los créditos contraídos por las sociedades, con un escenario de tasas al alza, lo que dejaría los ratios muy ajustados.
Según la misma fuente, “no es que sean estrictamente necesarios (los aumentos de capital), pero si no se realizan se pone a las sociedades en una trayectoria riesgosa, con probabilidad de que, por ejemplo, no les renueven el financiamiento”.
El documento también destaca que parte del espíritu del esquema de cascada es que las sociedades que lo integran se apoyen mutuamente, y, en general, las compañías aguas arriba se encuentran en mejor posición financiera que las de abajo.
Para hacer más gráfico el análisis, si se considera que hace unos cinco años -antes del cartel-, SQM tenía utilidades de unos US$ 120 millones, ya en 2012 éstas subieron a más de US$ 500 millones, con la presencia de esta organización, y las cascadas reciben dividendos sobre esta nueva base. Sin embargo, en un futuro próximo, las utilidades podrían caer a entre US$ 250 millones y
US$ 300 millones.
Mejorar la posición
Entre abril y julio, Pampa Calichera vendió unos
US$ 180 millones en acciones de SQM-B para mejorar la situación financiera de las cascadas. Parte de los recursos serían destinados a pagar el bono de Oro Blanco por
US$ 100 millones con vencimiento a 2014. Pero dichos recursos en caja fue uno de los argumentos de las AFP a la hora de rechazar los aumentos de capital de Oro Blanco
(US$ 120 millones) y Norte Grande (US$ 92 millones).
Fuentes cercanas a Ponce esperan que en los próximos 15 días la SVS apruebe las operaciones, por lo que estiman que éstas podrían cerrarse en enero.